Palabras de presentación del libro de SUSANA CORREA
SIEMPRE TAN LEJOS DE CERCA
Jueves 3 de julio de 2008
El libro de Susana Correa que hoy presentamos:Siempre tan lejos de cerca, editado por Gonzalo Narvaja, es el tercero de sus libros de poesía. Antes fueron Obscenos laberintos (2004) y De plegarias y blasfemias (2006), este último también con el sello de Narvaja.
Ciento dos breves poemas reunidos por un título que condensa el sentido de todos y cada uno de ellos: Siempre tan lejos de cerca... Así se llama también uno de sus poemas finales, que lleva como epígrafe un verso de Alejandra Pizarnik:”Es tan lejos pedir. Tan cerca saber que no hay”.
Susana se ha apropiado hábilmente de las palabras fundamentales del verso ajeno (tan, cerca y lejos) y ha reforzado el sentido de aquel verso ajeno pero próximo, ajeno pero prójimo, con un adverbio de tiempo contundente: “siempre .Leer Pág.-108
¿Juego de adverbios? Seguro, es un juego de adverbios pero infinitamente más que eso: lo referido al ser, o si quieren a la plenitud de la existencia, se espacializa, se hace visible, aprehensible a través de esos adverbios. Así se traza la metáfora de la desolación , de la soledad más pura, de la distancia insalvable entre el sujeto y algún atisbo de felicidad, re-ligación o sentido.
Nadie puede saber si realmente nuestra vida no es más que una historia absurda contada por un loco o un idiota. Lo que sí puede saberse es que con este improperio de Shakespeare se estableció definitivamente, de un tajo, la zanja de no retorno, de lo que podemos llamar literatura moderna. Para muchos no hay causa origina, ni causa eficiente, ni causa final. Sólo estar lejos de cerca. Ser un extraviado (el que está fuera de la vía), o un excéntrico ( el que está fuera del centro ) Leer “Fuera de contacto “(34)
Desde esa zanja es que hay que leer uno de los temas más fuertes del libro :”una auténtica desintegración del sujeto” que concluye “equiparando negación del poema y aniquilación del yo “. Ver “todo es nada” (21)
La desintegración del sujeto es un proceso: primero asistimos a la escisión .Leer (26)” Cuál soy? Pregunta el título del poema y el desarrollo es la personal expresión del desdoblamiento. Esta es la razón de la
También se desdobla el yo en un tú (2º persona) a quien interpela
- La afirmación final : “Esto no es más que un témpano mal tragado” encierra la advertencia desde la cual debe entenderse la negatividad; los pretendidos poemas no son más que frío y dolor. Y no las palabras- vínculo de las que habla en algún poema. L a oposición sería esta : “ silencio que se parece a la palabra pero acaba siendo “crujido lastimoso”; palabra muda;”amasijo de vocales, consonantes, separadas, desconectadas, apócrifas, que no logran apaciguar!; confuso grito, / palabra vínculo . Leer (37)
¿Para qué escribir, entonces ?
- Están los poetas conformistas que creen sin más en la cultura y por tanto escribir poesía es inscribir su espíritu en el mundo de la cultura, con sus normas, sus reglas, etc.
- Están también los poetas de la palabra maldita :como marginación, como compromiso, . etc. La palabra poética como rito social, de nuevo. Maldita siempre por ser distinta de la palabra normal...
- Frente a esta palabra como mito o como rito, se yergue una poesía otra que nace la pura necesidad de aullar, de gritar, de no sujetarse a ninguna norma que no sea la de sí misma.
Estoy diciendo que ésta y no otra es la poesía encerrada en este libro, aquí el dolor no es algo de lo que se habla, aquí se está en el dolor, que no es un accidente sino la absoluta contingencia desde donde se habla.
No se interprete, sin embargo, que resto validez estética o imputo pura espontaneidad a estos versos. Son la grafía de un “grito”, son escritura trabajada: la poesía no es algo que se tiene sino algo que se hace. Por los epígrafes corre un texto paralelo nacido de una clara voluntad autorial de sumar voces cercanas, filiales, a sus palabras. Y van apareciendo poetas como Jacobo Fijman (hay siente citas de Fijman) Olga Orozco (diez epígrafes) Alejandra Pizarnik, Rimbaud, Mallarmé, Ginsberg, Elliot. . . o pintores como Van Gogh o Frida Kahlo. Todos horadados de una u otra manera por el desequilibrio, pero también extremadamente lúcidos en su alineación. En este texto paralelo, en esta polifonía de voces se realiza lo que la autora se niega: la palabra-vínculo (“vínculos capaces de estrechar a los hombres esos que vagan / como sombras solitarias / en cualquier zona del parque “)
Esta palabra de Susana Correa es dueña de su propio vacío, está des-engañada, de-ilusionada, des-habitada. Este es un territorio más bien frágil si se lo compara con el de las certezas absolutas y los dividendos absolutos que hoy circulan por ahí. Pero es un territorio, es el espacio donde nada cicatriza, el espacio de la conciencia vigilante de quien resiste con dignidad la injuria del tiempo y sus mensajeros .Leer 104